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10 tendencias en ciberseguridad para 2025

El panorama de la ciberseguridad en 2025 es cada vez más complejo. Esta complejidad es impulsada por ciberamenazas sofisticadas, una mayor regulación y una rápida evolución tecnológica.

En 2025, las organizaciones se enfrentarán al desafío de proteger la información confidencial de sus clientes y, al mismo tiempo, seguir brindando experiencias de usuario sencillas y sin inconvenientes.

A continuación, se presenta un análisis más detallado de diez desafíos y amenazas emergentes que darán forma al próximo año.

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1. La IA como arma para los atacantes

La naturaleza de doble uso de la IA ha creado un gran riesgo para las organizaciones. Y es que los ciberdelincuentes aprovechan cada vez más el poder de la IA para perpetrar ataques altamente sofisticados.

El malware impulsado por IA puede cambiar su comportamiento en tiempo real. Esto significa que puede evadir los métodos tradicionales de detección y encontrar y explotar vulnerabilidades con una precisión asombrosa.

Las herramientas de reconocimiento automatizado permiten a los atacantes recopilar inteligencia granular. Así obtienen información sobre los sistemas, los empleados y las defensas de un objetivo a una escala y una velocidad sin precedentes. El uso de la IA también reduce el tiempo de planificación de un ataque.

Por ejemplo, las campañas de phishing generadas por IA. Ellas utilizan un procesamiento avanzado del lenguaje natural para crear correos electrónicos extremadamente personales y convincentes. De este modo aumentan las posibilidades de éxito de las infracciones. La tecnología deepfake añade una capa de complejidad al permitir a los atacantes hacerse pasar por ejecutivos o empleados. Pueden incluir audio y vídeo convincentes para cometer fraude financiero o dañar la reputación.

Los mecanismos de seguridad tradicionales pueden no detectar ni responder a la naturaleza adaptativa y dinámica de los ataques impulsados ​​por IA. Esto deja a las organizaciones expuestas a importantes impactos operativos y financieros. Para mantenerse seguras frente a las amenazas de la IA, las organizaciones deben buscar soluciones de seguridad mejoradas con IA.

2. El aumento de las vulnerabilidades de día cero

Las vulnerabilidades de día cero siguen siendo una de las principales amenazas en materia de ciberseguridad. Por definición, estos fallos siguen siendo desconocidos para los proveedores de software y la comunidad de seguridad en general. Debido a esto, los sistemas quedan expuestos hasta que se pueda desarrollar una solución. Los atacantes utilizan exploits de día cero con frecuencia y eficacia. Con esto afectan incluso a las grandes empresas, de ahí la necesidad de medidas proactivas.

Los actores de amenazas avanzadas utilizan ataques de día cero para lograr objetivos que incluyen espionaje y delitos financieros. Las organizaciones deben tratar de mitigar los riesgos de ciberseguridad. Deben hacer un seguimiento continuo y usar sistemas de detección avanzados a través de la identificación del comportamiento de los intentos de explotación.

Más allá de la detección, se ha vuelto esencial compartir información sobre amenazas entre las industrias sobre los días cero emergentes. Esto ayuda a mantenerse por delante de los adversarios. Abordar las amenazas de día cero requiere que la agilidad de la respuesta se equilibre con la prevención a través de la codificación, la aplicación de parches y la actualización de software seguros.

3. La IA como columna vertebral de la ciberseguridad moderna

La inteligencia artificial se está convirtiendo rápidamente en un pilar de la ciberseguridad. La IA permite el manejo y procesamiento de grandes volúmenes de datos. También apoya en la detección de anomalías mínimas y la predicción de amenazas futuras, la IA está llevando la lucha contra el cibercrimen a nuevos niveles de eficacia.

Es probable que en 2025, la IA se convierta en parte integral de todos los aspectos de la ciberseguridad. Esto iría desde la detección de amenazas y la respuesta a incidentes hasta la formulación de estrategias.

Los sistemas de IA son particularmente buenos para analizar conjuntos de datos complejos. Esta característica sirve para descubrir patrones y reconocer vulnerabilidades que de otro modo podrían pasar desapercibidas. También se destacan en la realización de controles de rutina. Esto libera a los equipos de seguridad humanos para que se concentren en tareas de seguridad más difíciles y creativas. También elimina el riesgo de error humano o descuido en el trabajo manual rutinario.

4. La creciente complejidad de la privacidad de los datos

La integración de las normativas regionales y locales de privacidad de datos en la estrategia de ciberseguridad ya no es opcional. Ejemplos son el RGPD y la CCPA. Las empresas deben estar atentas a las normativas que serán jurídicamente vinculantes por primera vez en 2025. Es el caso de la Ley de IA de la UE. En 2025, los reguladores seguirán imponiendo directrices más estrictas relacionadas con el cifrado de datos y la notificación de incidentes, incluso en el ámbito de la IA. Esto demuestra la creciente preocupación por el uso indebido de los datos en línea.

Algunas empresas están considerando modelos de ciberseguridad descentralizados, como la cadena de bloques. Con esto pretenden reducir los puntos únicos de fallo. Estos sistemas ofrecen una mayor transparencia a los usuarios y les permiten un control mucho mayor sobre sus datos. Combinadas con un enfoque de confianza cero que puede procesar solicitudes, estas estrategias ayudan a reforzar tanto la privacidad como la seguridad.

5. Desafíos en la verificación de usuarios

Los navegadores imponen controles de privacidad cada vez más estrictos, En esa medida se ha vuelto más complejo verificar las identidades de los usuarios. Al mismo tiempo, los atacantes desarrollan bots más sofisticados.

Los navegadores modernos están diseñados para proteger la privacidad del usuario limitando la cantidad de información personal a la que pueden acceder los sitios web. Estos datos pueden incluir la ubicación, los detalles del dispositivo o el historial de navegación. Esto hace que sea más difícil para los sitios web determinar si un usuario es legítimo o malicioso.

Mientras tanto, los atacantes crean bots que se comportan como usuarios reales. Lo hacen imitando acciones humanas, como escribir, hacer clic o desplazarse. Esto dificulta su detección mediante métodos de seguridad estándar.

La IA ha agregado una capa adicional de complejidad a la verificación de usuarios. No obstante, las soluciones impulsadas por IA también son la forma más confiable de identificar estos bots. Estos sistemas analizan el comportamiento, el historial y el contexto de los usuarios en tiempo real. Esto permite a las empresas adaptar las medidas de seguridad con una interrupción mínima de los usuarios legítimos.

6. La creciente importancia de la ciberseguridad de la cadena de suministro

Las brechas de seguridad de la cadena de suministro están aumentando. Los atacantes explotan las vulnerabilidades de los proveedores externos para infiltrarse en redes más grandes.

El seguimiento de estas relaciones con terceros suele ser insuficiente. La mayoría de las empresas no conocen a todos los terceros que manejan sus datos e información de identificación personal (PII) y casi todas están conectadas con al menos un proveedor externo que ha sufrido una brecha.

Esta falta de supervisión plantea riesgos importantes, pues los ataques a la cadena de suministro pueden tener efectos en cascada en todas las industrias.

No es de extrañar que incluso las organizaciones más importantes sean víctimas de ataques a través de las vulnerabilidades de sus proveedores. Por ejemplo, en un ataque reciente a Ford, los atacantes explotaron la cadena de suministro de la empresa para insertar código malicioso en los sistemas de Ford. Con esto crearon una puerta trasera que los atacantes podrían utilizar para exponer datos confidenciales de los clientes.

En 2025, las organizaciones deberán priorizar la inversión en soluciones que puedan examinar y monitorear su cadena de suministro. Las soluciones impulsadas por IA y centradas en la transparencia pueden ayudar a identificar vulnerabilidades incluso en las cadenas de suministro más complejas.

Las organizaciones también deben examinar los acuerdos de nivel de servicio para seleccionar proveedores que mantengan protocolos de seguridad estrictos. Así generarán efectos de seguridad mejorada en otras partes del ecosistema.

7. Equilibrar la seguridad y la experiencia del usuario

Uno de los mayores desafíos en materia de ciberseguridad es encontrar un equilibrio entre una seguridad estricta y una facilidad de uso fluida. Las medidas de seguridad demasiado estrictas pueden irritar a los usuarios legítimos. En contraparte, los controles laxos invitan a los malos a entrar. En 2025 las empresas tendrán que sortear esa tensión con una precisión aún mayor. Deberán hacerlo a medida que el panorama de las amenazas cibernéticas se vuelve más sofisticado que nunca,

Los sistemas de gestión de acceso sensibles al contexto ofrecen una forma de avanzar. Estos sistemas tienen en cuenta el comportamiento del usuario, la ubicación y el tipo de dispositivo para tomar decisiones inteligentes. Tales decisiones se basan en el riesgo sobre el control de acceso.

8. Seguridad en la nube y riesgos de configuración incorrecta

Conforme las organizaciones sigan trasladando sus servicios hacia la nube, surgirán nuevos riesgos. Algunas de las razones más frecuentes de las violaciones de datos tienen que ver con configuraciones incorrectas de los entornos de nube: falta de controles de acceso, depósitos de almacenamiento que no están protegidos o implementación ineficiente de políticas de seguridad.

Los beneficios de la computación en la nube deben equilibrarse con una supervisión estrecha y configuraciones seguras para evitar la exposición de datos confidenciales. Esto requiere una estrategia de seguridad en la nube para toda la organización: auditoría continua, gestión adecuada de identidades y accesos, y automatización de herramientas y procesos para detectar configuraciones incorrectas antes de que se conviertan en incidentes de seguridad.

Los equipos deberán recibir formación sobre las mejores prácticas en seguridad en la nube y modelos de responsabilidad compartida para mitigar estos riesgos.

9. La amenaza de ataques internos

Se espera que las amenazas internas se intensifiquen en 2025. Esto es debido al aumento continuo del trabajo remoto, la ingeniería social impulsada por IA y las crecientes preocupaciones sobre la privacidad de los datos. Los entornos de trabajo remoto amplían la superficie de ataque. Esto facilita que personas malintencionadas o empleados negligentes expongan datos confidenciales o creen puntos de acceso para atacantes externos.

También es probable que los ataques impulsados ​​por IA se vuelvan más frecuentes. Entre ellos, las suplantaciones de identidad mediante deepfake y las estafas de phishing convincentes. Esto dificulta la detección de las amenazas internas. La adopción generalizada de herramientas de IA también genera inquietudes sobre los empleados que comparten datos confidenciales sin darse cuenta.

Para mitigar estos riesgos, las empresas deben adoptar un enfoque de ciberseguridad de múltiples capas. La implementación de modelos de seguridad de confianza cero, puede ayudar a proteger los puntos de acceso y reducir las vulnerabilidades. Estos modelos suponen que ninguna entidad es inherentemente confiable.

El monitoreo continuo, los sistemas avanzados de detección de amenazas y la capacitación regular de los empleados para reconocer las tácticas de ingeniería social son esenciales.

Las organizaciones también deben aplicar controles estrictos sobre el uso de herramientas de IA para mantener protegida la información confidencial y maximizar la productividad.

10. Proteger el borde en un mundo descentralizado

Con la computación de borde, la infraestructura de TI procesa la información más cerca del usuario final. Esto reduce significativamente los tiempos de latencia y aumenta la capacidad en tiempo real. El borde permite innovaciones como IoT, vehículos autónomos y ciudades inteligentes: principales tendencias para 2025.

Sin embargo, la descentralización aumenta el riesgo de seguridad. Muchos dispositivos de borde están fuera del alcance de los perímetros de seguridad centralizados y pueden tener protecciones débiles. Por ello se convierten en el objetivo principal de un atacante que intenta aprovechar los puntos vulnerables en una red distribuida.

Estos entornos requieren una protección basada en un pensamiento multidimensional. Los sistemas de monitoreo basados ​​en IA analizan los datos en tiempo real y alertan sobre actividades sospechosas antes de que sean explotadas.

Las herramientas de detección y respuesta automatizadas ante amenazas permiten a una organización tomar medidas instantáneas de manera oportuna y minimizar las posibilidades de una vulneración.

Las soluciones avanzadas pueden fortalecer los dispositivos de borde con potentes capacidades de cifrado y detección de anomalías, al tiempo que preservan un alto rendimiento para los usuarios legítimos.

Conclusiones

Las tendencias que marcarán el año 2025 muestran la importancia de adoptar estrategias con visión de futuro para abordar las amenazas en constante evolución. Desde ataques de día cero y delitos cibernéticos automatizados hasta privacidad de datos y computación de borde, el panorama de la ciberseguridad exige soluciones cada vez más innovadoras.

Basado en https://thehackernews.com/2024/12/top-10-cybersecurity-trends-to-expect.html